GANADORA I CONCURSO MICRORRELATOS FERIA DE AGOSTO DE GUAREÑA

Ana Rodríguez Garrido ha sido galardonada por el Jurado del I Concurso de Microrrelatos Feria de Agosto de Guareña, en su fallo del 31 de agosto, como Ganadora del 1º Premio en la Categoría de "Entre 13 y 17 años", con su obra "Imparable como el fuego".
Ana Rodríguez Garrido, nace en Guareña el 28 de enero de 1997, actualmente estudia  Estudié 4º de ESO en el I.E.S. "Rodríguez Moñino" de Badajoz. Asidua del Club de Lectura de Guareña y colaboradora habitual del Taller Literario de Guareña, ha escrito un número importante de cuentos y ganado varios premios literarios: 2º Premio en su categoría del "Certamen de Cuentos Infantiles Navideños" de Guareña, con la obra "El Pequeño Reno Binky" en 2005; 1º Premio en el “I Certamen Literario Hispano-Luso Infantil y Juvenil, José Antonio de Saravia”, de Villanueva del Fresno (Badajoz), con el cuento “El portugués”, en 2008; Accésit de Segundo Ciclo en la “II Edición del Certamen Literario Imcrea”, en Badajoz, con la obra “Las zapatillas de ballet”, en 2008; 1º Premio del “Certamen de Cuentos Infantiles”, de Guareña (Badajoz), por el cuento “Adrián y la imaginación perdida”; Finalista en la Modalidad Infantil B del “XXV Premio Literario Infantil y Juvenil, Felipe Trigo”, en Villanueva de la Serena (Badajoz), con su obra "El espejo de Cristal", en 2009; Finalista en la Modalidad B del “XIII Concurso Infantil y Juvenil de Poesía y Narración”, en Badajoz, con el cuento “Sólo un poco más de vida”, en 2009; También en 2009, Ganadora de la categoría de 1º y 2º de la ESO, en el concurso “Imagina un mundo sin libros” del IES "Eugenio Frutos", con la redacción “Imagina un mundo sin libros”; Ganadora del “Certamen de Relatos Cortos de Guareña” con el cuento “Miguel y Nadeia”, en 2010; Finalista en la “XXVII Edición Felipe Trigo: Premio literario infantil y juvenil de narraciones cortas” de Villanueva de la Serena con la obra “Mi diario”, en 2010; 1º Premio en el “Certamen de Relatos Cortos de Guareña” con el relato “Vida de una lágrima”, en 2010; 1ª Finalista en el “XXVIII Edición Felipe Trigo: Premio Literario infantil y juvenil de narraciones cortas” con la obra “La fuerza de mi vida”, en 2012;  1º Premio del “I Concurso de Microrrelatos Feria de Mayo de Guareña”, con el relato “Saltar”, en 2012; También en 2012, Ganadora del Primer Accésit en la “VIII Edición de Microrrelatos El Brocense”, de Cáceres, con la obra “Caos lingüístico”; Ya en 2013 ha ganado "ex aequo" el "Concurso de Poesía y de Narración Corta Rodríguez Moñino", organizado por el I.E.S. "Rodríguez Moñino", con su cuento “Revólver"; así como Ganadora del 1º Premio Literario en Burguillos del Cerro, con el relato corto “Novecientas noventa y nueve vidas más”.

Todo esto pone en relieve el potencial de esta nóvel escritora local, quien con su participación eleva la calidad de los trabajos presentados y muestra el camino a seguir por otros jóvenes autores y autoras, que tienen los arrestos necesarios para compartir con el público en general sus creaciones.

Aquí os dejamos el microrrelato "Imparable como el fuego" de Ana rodríguez Garrido

Imparable como el fuego

Sus pensamientos eran de papel; tenía pergaminos de gran valor, libretas enteras de los mejores años de su vida, post-its con alguna insignificante anotación, y también apuntes meticulosamente ordenados con todo lo que le había enseñado la experiencia.

Un día cualquiera, el peligro amenazó a su querida biblioteca. Primero era pequeño, apenas una llamita del tamaño de un dedal. Con el tiempo se fue haciendo más grande. Primero quemó los post-its, y nadie se dio cuenta. Después quemó los apuntes, y nadie se dio cuenta porque muchas de las cosas que había escritas ya no servían de nada. Pero después el fuego llegó a las libretas, sus queridas libretas. Para cuando la mujer quiso pararlo, ya era demasiado tarde.

Se lo había llevado todo.

La mujer observaba día tras día los escritos de toda una vida convertidos en ceniza. Sus lágrimas consiguieron apagar el fuego que envolvía la biblioteca, pero ya era tarde. Al menos ella sobrevivió al incendio. Y se quedó así, condenada a vivir sin recuerdos, como una planta marchita o una estrella que se apaga, hasta que el tiempo quiso llevársela donde sus pensamientos la hicieran soñar.